El futuro sostenible es de los responsables

El futuro sostenible es de los responsables

<<El miedo siempre está dispuesto a ver las cosas peor de lo que son.>> decía Tito Livio, pero sin duda es una de las cualidades más inherentes a cualquier especie y ayudan a sobrevivir. Hay quien dice que el miedo es evolutivo, pero no lo creemos. El miedo permite sobrevivir; la valentía y la creatividad, ofrecen la oportunidad de evolucionar.

En estos momentos difíciles el miedo es un sentimiento y casi un diagnóstico que mueve mercados, sociedades, gobiernos, medios de comunicación, redes sociales, etc. Y cuando el miedo ha reinado como espíritu común, nuestras sociedades han perdido grandes oportunidades o han ido atrás en sus pasos. Sólo cuando se ha sabido vencer el miedo, sin inconciencia, pero con ilusión, responsabilidad, conocimiento y algo de osadía, se ha procurado las épocas más brillantes de la historia.

Puede que lo que vivimos estos días sea el inicio de una forma habitual de respuesta de la globalización a nuestra forma de vida, y que comencemos a darnos cuenta de que el capitalismo en su concepto individual y no corresponsable haya encontrado ya la forma de su zapato. No podemos seguir mirando hacia el frente con ambición desmedida, sin mirar a los lados con conciencia y responsabilidad plena. Cuando apostamos por modelos de producción basados en la ventaja competitiva que genera la simple desigualdad, que potencian los procesos corruptores, o que no apuestan por el valor compartido; sembramos la semilla de los males compartidos.

Pero sin duda este es el tiempo de las apuestas decididas, de las conciencias responsables, de compartir valor como esencia y comunicar como transparencia y relación directa con el público. Nuestras empresas están ahora en la obligada tesitura de elegir entre el miedo replegado o la valentía responsable, la continuidad con pausa o el salto de gigantes.

<<Crear un negocio fuerte y construir un mundo mejor no son metas contradictorias: Ambas son ingredientes indispensables para el éxito a largo plazo >>, dijo William Clay Ford Jr (Ford Motor Company) y es que deberíamos dejar de relacionar la sostenibilidad tan sólo con el concepto medioambiental, y hablar de sostenible como aquel negocio, proyecto o empresa que permite ofrecer los objetivos o beneficios, proyectados al tiempo que compartiendo valor mejora su entorno y la humanidad.

Para esto las empresas deben fijarse en la premisa que Warren Buffet puso en labios de Winston Churchill <<Toma 20 años construir una reputación y cinco minutos arruinarla. Si pensaras en eso, harías las cosas de forma distinta>>, y comenzar a ver este momento como una oportunidad de contarle a la sociedad aquello que pueden hacer por ella, aquello que les diferencia, su fortaleza o su valor. Denostemos ya la caridad “donar un dinero para ….” Y comencemos a preguntarnos ¿En qué somos mejores? ¿qué podemos hacer con nuestra capacidad? ¿qué nos pediría la sociedad en estos momentos si nos hablara? Y eso sería ser responsables, o corresponsables. Pero no sólo de forma individual, sino colectiva, sectorial, en comunidad. Entender que las mejores guerras se vencen por la mejor estrategia conjunta no por los mejores individuos peleando.

Aunque hemos de reconocer que si algo no nos gusta de algunas corrientes de comunicación u opinión de estos tiempos es justamente esta conciencia de guerra, enemigo, patria, héroe, etc. Porque debemos buscar que lo que se hace se haga por conciencia, por convicción, por generosidad, por principios humanistas, por el bien común. No por ganar o perder, ser mejor o peor, ser más o menos, etc. Es muy peligroso el arengue de las masas cuando no está clara la fuerza necesaria, el tiempo preciso, el horizonte de solución o el resultado que subyace en las acciones. La decepción y el agotamiento es a veces más peligroso que el miedo.

Por tanto, es un tiempo efectivamente para que una compañía de alcoholes decida destinar su potencia a generar alcohol y geles sanitarios, para que una textil centre su fabricación en vestimenta médica, los hoteleros ofrezcan sus alojamientos para enfermos o personal sanitario, y así descubramos la grandeza de nuestro entramado empresarial. Pero no se trata tampoco de que se vean obligados o abocados a hacerlo de forma gratuita, se trata de hacerlo de forma responsable, de forma comprometida, de manera justa. Se trata de redirigir los esfuerzos a las personas en vez de a sus negocios, a la solución común en vez de al interés propio, colocar a las personas primero.

También será tiempo para dar pasos firmes en la evolución de los negocios. Dejar de pasearse entorno al concepto de digitalización, flexibilidad laboral, conciliación familiar, etc. Es el gran momento de demostrar que ahora sí o se avanza o se pierde, no se permanece. Pero tengamos cuidado con los proyectos sin estrategia y sin base. Que sus resultados no sean peores que no darlos. Plantear el presente como el momento de valorar las mejores opciones, las mejores condiciones y los más valorados proyectos para implementar en nuestras empresas.

Será momento también para reevaluar todo nuestro negocio, hacerlo sostenible. Evaluar la responsabilidad con los empleados, colaboradores, proveedores, finanzas, gobernanza, etc. Dar pasos en falso en estos momentos por “supervivencia” puede hacer “insostenible” mi negocio a futuro. No ser responsable con alguna de las relaciones comerciales, puede dejar sin oportunidades futuras de continuar con el óptimo funcionamiento del negocio. Si algo puede llegar a superar al miedo y a la decepción, es el rencor o la desconfianza.

Pero sobre todo es el momento de la comunicación y la transparencia. Contar lo que hacemos diferente, lo que somos, lo que aportamos a nuestro entorno. Comunicar también a las personas que colaboran con nosotros los escenarios, las respuestas, las estrategias. No creer que la mudez es un símbolo de fortaleza. Comunicar con experiencia, con afectividad, con empatía. Comunicar con valor. Compartir con todos y cada uno ese valor que nos hace diferente.

¿Y si no tengo nada diferente? ¿y si no me he preocupado en que mi negocio sea sostenible y responsable? Pues sigue siento el momento de la mayor oportunidad de la historia de tu empresa. Toma las riendas, escucha a las personas que conforman tu entorno relacional, coloca a las personas en el centro de tus decisiones, y responde a algunas de las cuestiones que te plantemos en este artículo.

Y recuerda lo que desde el Instituto Internacional del Valor Compartido tenemos como lema <<Sólo hay una forma de hacer las cosas, y es hacerlas bien>>.

 

Luis Antonio González Pérez

– Presidente –

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